Sayiitoh

Las cosas están obsesionadas con el encarcelamiento, adictas a la cadena perpetua, Lo sepan o no lo sepan. Se arrodillan incondicionalmente ante las limitaciones omnipresentes con pocos beneficios, adorando todo lo que les rodea como a una imagen idolatra dominante, encerrándose en una institución carcelaria que contiene toda la creación. La comida para los vivos es una prisión; rica pero necesaria. La carencia de vida para los objetos es una prisión; la materia cambia al entrar y salir de una casa de espejos, se para frente a uno y crece, o se achica, o se tuerce, o se estira, pero una roca siemp